viernes, 8 de mayo de 2009

Un tres de mayo

Del año 2004 se rescatan estas imágenes de la procesión del Niño Jesús de Amatitlán. Este es un evento incomparable en Guate, la procesión es vistosa y muy alegre, recorre primero las calles de la ciudad de Amatitlán y luego aborda una embarcación acondicionada especialmente para el evento en la cual el niño es llevado por la vía acuática hasta su capilla en el sector conocido como El Relleno, donde es venerado por los feligreses que abordan embarcaciones de bajo calado para ir a rezarle y llevarle flores.

No hay marchas fúnebres en el cotejo procesional, al contrario, hay bocinas, alto parlantes, cantos católicos muy alegres y hasta música medio cumbianguera. Las alfombras al paso también son fascinantes, en la mayoría se representan los íconos de aquella localidad: lago, volcán y teleférico.

El viaje lo hicimos a solicitud del maestro, ¡Oh gran maestro!, Edgar Carpio el día que la procesión fue declarada como Patrimonio Cultural Intangible de Guatemala y, desde cualquier punto de vista, fue un recorrido que teje recuerdos únicos, tanto de la procesión como de la posterior visita al Sitio Arqueológico Mexicanos, del cual comentaré en otra ocasión.

El Quinto Mes


Las primeras lluvias han caído.
Mayo de las tristezas, fatídico despertar.

De noche añoro tu imagen,
tu fuerza y tempestad.

Ha de ser porque el corazón me duele
que el alma
cada instante se torna endeble,
quebrantable.
Pero mis lágrimas en este instante no quieren llover,
llover igual como llora tu cielo.

Mayo,
ruidoso relampaguear de los días
las noches
los años…

¿Quién llorase como vos?
¿Quién desatase mis manos?
Para acariciar esperanzas

Y cada que llueve
recaigo al cuadrado en mi apatía
rehuyo del miedo y mis conflictos.

Quinto mes desáhuciame
Entrégame cada noche a la muerte.
Yemo Chocano Micailyaotl