lunes, 31 de agosto de 2009

Del viaje del primero de agosto


Previo al evento de elección de la Rimial Tujaal, junto con Lencho y Jorge recorrimos el sitio arqueológico de Chu' Taxtyoox, del que en ocasiones anteriores he colocado algún post en este guipil dicrónico de la memoria. Durante esta visita pudimos apreciar una invocación (celebración de costumbre o ceremonia maya) efectuada en uno de los templos de la plaza superior de la Acrópolis del sitio, dejando en claro que este asentamiento únicamente cambió de actividad principal pero sigue en uso por los herederos del pueblo que lo construyó hace quinientos años.
El recorrido permitió que Jorge identificara algunos rasgos que había visto ya en sitios arqueológicos de su país y que confirmaron la presencia de rasgos mexicanos en este asentamiento. En el trascurso, la plática se volvió muy constructiva en cuanto a las posibilidades de generar algunas opciones de desarrollo laboral enfocadas en la protección de este remanente de la cultura sakapulteka.
De alguna manera, los tres caminantes de aquella jornada realizada al principio del mes encontramos un lazo fuerte del cual tirar en conjunto un lazo fortalecido con actividades cotidianas a las cuales Jorge y yo fuimos invitados a consecuencia de aquella plática... tanto que terminamos cargando tomates para la venta del día siguiente.

domingo, 30 de agosto de 2009

Imágen y Sonido del Tujaal




Durante las actividades de la feria patronal de Sacapulas de este 2009 logramos presenciar algunas danzas tradicionales acompañadas de música autóctona ejecutada magistralmente por la marimba de la Tujaal Tziij y por los magistrales interpretes del tun y la chirimía. La velada de las primeras dos fotos corresponde a la elección de la Rimial Tujaal, hija predilecta del pueblo que representará a esta localidad en las actividades del Rabin Ajau del año entrante.

El salón municipal quedó por momentos en penumbra y luego, los fuegos artificiales, el torito y los cohetillos de pólvora llenaron el ambiente del calor milenario que se entremezcla con el clima de las márgenes altas del Chixoy que, después de tantos viajes, sigue aportando imágenes nuevas al tejido de mis memorias en el altiplano y con toda seguridad puedo afirmar que la persistencia de la cultura centenaria y milenaria en el territorio Tujaal es quizá la más pura esencia de una comunidad que resiste con elegancia al cambio global y que, al mismo tiempo, adopta aquellos elementos que le son útiles para facilitar el devenir cotidiano.

Allá, el soundtrack de la película de la vida se compone de la sinfonía del correr del Río Negro, acompañado de los sones Sal Negra y Rey Quiché y ahora también del sonido viejo de la chirimía y así la magia de tantas generaciones continúa cautivando a este viajero de las Tierras Altas.

lunes, 3 de agosto de 2009

Calles Tecleñas




Del comienzo de recorrido del fin de semana último por El Salvador extraigo estas imágenes de las calles de Santa Tecla, donde cortésmente fuimos guiados por Raúl, quien nos deleitó con una verdadera cátedra de la historia de estos barrios llenos de Art Novo, donde los edificios más imponentes han sido restaurados e iluminados dándole nuevos bríos a esta ciudad.
La urbanización, según comentaba nuestro amigo, partió de la idea de edificar una nueva ciudad que cubriera las necesidades de traslado generadas por los constantes terremotos sufridos en la capital, acto para el cual se instaló un trazo de parrilla en la finca Santa Tecla al cual se le denominó como Nueva San Salvador sin que el nombre cuajara en la conciencia local que siguió llamando al asentamiento humano con el nombre de la finca cafetalera que antecedía la obra de hormigón.
Actualmente esta zona alberga una buena parte de la población de abasto de la Capital e incluye colonias nuevas que rodean el casco histórico en el cual existe toda una dinámica comercial y social que le otorga a los tecleños una identidad propia dentro de la nación más pequeña de América Central. Entre sus íconos, las imágenes del post aluden a dos construcciones del siglo XX: El quiosco de uno de los parques gemelos del centro y el edificio de la gobernación que actualmente alberga un centro cultural y un café que permiten vivir a pleno una pieza única en la arquitectura salvadoreña. Esta caminata nocturna ha quedado bordada en el güipil centroamericano de la memoria, en mis recuerdos más gratos de los viajes últimos más allá de la frontera en el levante.


Al Poniente del Cuzcatán

La noche guanaca se teje comúnmente de risas, es que más cálido recibimiento que el salvadoreño es imposible encontrar al viajar por los rincones de esta América Media. Esa noche de sábado, tras la odisea que fue llegar a Santa Tecla debido al craso error de abordar un bus de "la chucha" en lugar de viajar transbordando como lo hacemos regularmente, fuimos Jorge y yo recibidos por Raúl y Marielba, compañeros de la andanza arqueológica en estos territorios ubicados al sur de México, quienes nos llevaron a recorrer las calles de la Nueva San Salvador: los parques tecleños, el edificio de la gobernación de aquella acogedora ciudad y, al final del recorrido, una Píljener en el barcito denominado con el título de la obra magna de Cortázar. Ahí, en "La Rayuela" comenzó un viaje de tres días por el occidente del antiguo reino del Cuzcatán, un trayecto para compartir anécdotas de investigaciones, recuerdos de los viajes épicos de Raúl y míos por tierras costarricenses, chambrosadas de la Mariayerba, explicaciones llenas de datos nuevos versadas por Jorge y un cúmulo de nuevas experiencias para rememorar en próximos encuentros, recuerdos de este nuevo camino tejido en la ruta de las Flores, en Cihuatán y, por supuesto, en la Puerta de Entrada a Guanacópolis: la elegante Santa Tecla.