jueves, 23 de septiembre de 2010

Entre la música y la historia 3: Las Naik Madera y las Pilas.

El lugar donde se realizó este concierto es conocido como Paraninfo Universitario, uno de los pocos espacios que el grupo de "imbéciles por la autonomía" no lograron cerrar en el último mes. Las muchachas en los instrumentos son las Naik Madera, chicas de ritmo ecléctico, a ratos latinas, por momentos rockeras, que lograron captar la atención de un público selecto que tomó parte de una tarde de sábado para escucharlas. De su música, diré que en particular me dejé llevar por el sonido del acordeón, al tiempo que seguía maravillándome el toque de batería en un par de baquetas guiadas por manos femeninas.



Para no variar, el asunto estriba en que Pepe andaba filmando unas tomas para elaborar un video clip de las patojas y, en apoyo a tales quehaceres terminé, de nuevo, tomando algunas fotos para registrar el proceso. Unos días antes, en el viaje a Parramos citado en un post anterior, el objetivo era el mismo; colaborar con el video. Buscábamos un lavadero comunal que se viera más o menos avejentado pero que tuviese alguna gracia y, de entre todas (aunque al final no se empleó ninguna de las visitadas), los ojos prefirieron la del Parque Central de de la citada localidad chimalteca (última foto) y con esa idea retornamos a Guatemala a comunicarle el hallazgo al Señor Director, osea el Pepe, mostrándole también las imágenes de otras dos pilas ubicadas en el camino de retorno hacia la Antigua. De éstas, la del camino de Pastores ganó por redundante y la imagen de abajo me dará la razón. 

Al escuchar a las Naik Madera se desató el chamuquito que agita la cabeza al ritmo de la batería, que de cuando en vez toca la lira y que siente ganas de volver a las tablas. Luego en las semanas tuve a bien encontrarme con la  la guitarra de Raquel (de la cual escribiré después), la Sexta Virgada, los audífonos en el casco de la moto y las postales de la vida que le sirven de inspiración al concierto diacrónico de la memoria.... 
Post data: por ay se acordarán cuando, en el transcurso de los noventas cambió el slogan de la foto, ese de "es la pila" por el que dice "trrrrremenda en duración"... y ahora mejor compramos alcalinas.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Entre la la musica y la historia 2: Las Luces de Esta Ciudad

Esta fotografía tomada detrás de un wind shield a la altura de la calle martí, acompaña el enlace de una canción que llena muchos espacios en el cajón de las explicaciones...


Me he arrodillado y me he arrastrado a decirte
perdón una y otra vez  y
al mismo tiempo te digo no puedo
prometer no hacerlo otra vez.

He caminado estos pasos siguientes
sólo por hacerte reir
y tengo un raro presentimiento
que hay algo más que sobrevivir.

  y escuchame muy bien:

No no me digas que hacer
pues, sabes, probablemente lo haga al revés
no te lo tomes tan personal...

Perdona si no llego a estar en la cena
tampoco a desayunar
no pude evitar hacerle el amor a,
a las luces de esta ciudad.

Y si me pierdo no me busques tan lejos
seguro esto por ahí,
no es que me esté escondiendo de mi reflejo
es que no quiero que me veas así.

Y escúchame muy bien:

No no me digas que hacer
pues, sabes, probablemente lo haga al revés
no te lo tomes tan personal, no no

No no me digas que hacer
pues, sabes, probablemente lo haga al revés
no soy tan joven menos tan viejo y sé
cuando debo ceder, y no es hoy.

Me he arrodillado y me he arrastrado hasta decirte
perdon una y otra vez
y al mismo tiempo te digo no puedo

No no me digas que hacer
pues, sabes, probablemente lo haga al revés
no te lo tomes tan personal, no no
no uho oh oh.

No no me digas que hacer
pues, sabes, probablemente lo haga al revés
no soy tan joven menos tan viejo y sé
cuando debo ceder, y no es hoy.

Y no es hoy...

Poniéndome al día: Los viajes bajo la lluvia


Estas fotografías de cielo gris, de un agosto que fue de ida y vuelta evocaron los retorcidos y, a veces, gratos días del colegio. Iniciamos la odisea en San Pedro Carchá, adonde fuimos Pepe, Roberto y yo para acompañar la caravana de las Reliquias de San Juan Bosco (fotos 2 y 3). Una semana después, nuevamente Roberto y yo, pero esta vez en compañía de Ricardo Mendoza y su novia, caminamos bajo la llovizna perenne en Parramos y Pastores y Antigua (fotos 1 y 4).

En una entrada anterior comentaba acera de la forma como percibo los temporales en este presente incierto. Hoy, sin cambiar de opinión y tratando de sobrellevar un cuadro depresivo de mi lluviosa existencia (nótese el tono de tragedia griega) presento de nuevo imágenes del interminable invierno del 2010, que de bueno trajo estos viajes entre nubes y precipitación pluvial.

 

Entre la la musica y la historia 1: Sexta Virgada

Creo que a Fernando no le veía desde el incidente aquel en Sacapulas, cuando, por poquito, teminamos siendo el churrasco de la tarde. Luego de la sesión de conferencias del jueves 2 de septiembre, el supraescrito nos invitó a escuchar a una banda local que tocaba en un antro, ya antes visitado, en la siempre hospitalaria Santa Tecla. Estos músicos alegres e irreverentes, que responden al nombre de "Sexta Virgada" (fotografías al inicio del post), resultaron ser todo un espectáculo musical, con un manejo de público interesante y un estilo que puedo definir como un híbrido del NuMetal californiano con el rock de camioneros argentino y un toque indiscutiblemente guanaco. Salí de aquel bar apestando a cigarrillo y con un agradable retorno de la memoria a los días del Rock de Montaña en Guatemala, del tiempo cuando las bandas nacionales creaban obras de arte con sentido social... 

En contraposición, la noche del sábado, en compañía de Félix y Edgar (procedentes de la república del águila y la serpiente), contando con la acostumbrada guía de los Tlatoanis de Santa Tecla: Raúl y Crespín, llevamos a cabo un recorrido por las renovadas calles peatonales del Centro Histórico, deliberando acerca del heredero de los Habsburgo, un tal Maximiliano que, según fuentes bien informadas, no murió fusilado en México y reapareció en tierras salvadoreñas bajo el pseudónimo de Justo Armas, charla que luego tornó hacia las frutas deshidratadas y la manera de cantar el idioma español de los visitantes mexicanos.


Y de nuevo, la visita al vecino del oriente, resultó ser una jornada histórica, llena de pupusas, música, mareros, busetas, arte rupestre, dialectos, caminatas....

Las fotos  tercera y cuarta corresponden, en su orden, a una de las iglesias más antiguas de Santa Tecla, misma que tiene los días contados ante la falta de visión de la parroquia y las autoridades locales; la siguiente presenta al señor Ismael Crespín, en el kiosko de su pequeña ciudad.

Salú..