domingo, 10 de julio de 2011

No tenemos lugar


Es sábado 9 de julio. Resulta que a primera hora en la Ruta Interamerica, en el segmento de la misma que se adentra en esta ciudad en el sector entre la Roosevelt, Pamplona y Liberación, la vida del maestro Facundo Cabral fue cortada de tajo y los noticieros mantienen el reporte constante… Pasadas tres horas del hecho, fuentes oficiales plantean el escenario hipotético de un intento de robo o de un crimen para desestabilizar al país (como que si esta pseudo república no se tambaleara a diario), información que trasciende a los medios globales. Posteriormente se informa que el ataque hiba dirigido contra la otra persona que viajaba en el vehículo, en un ajuste de cuentas que, para variar, dejó daños colaterales.
La mañana está nublada en todo sentido, la inmensidad celeste asoma apenas entre las nubes y la vida del maestro Cabral también enluta el cielo que romperá en llanto con el transcurso de la tarde y así, quedará lavada toda evidencia de esta vil escena en donde una vida ejemplar termina,  como muchas, de manera trágica en esta ciudad.
La doctora Rigoberta Menchú externa su pesar en los medios. Era su amigo, su “compañero de viaje”, dice. Y en ese viaje al que ella alude nos hemos encontrado muchos, en ese “no  soy de aquí ni soy de allá” que ella cita para referir que, quienes hemos nacido en América Latina no pertenecemos a este planeta, no tenemos lugar. Y esta vida que se apaga, irónicamente, trae a la luz la obligación de continuar el viaje, ese que nos lleva a descubrirnos, a encontrarnos.
Se despidió el maestro Cabral en los teatros de mi país y nuestra paga ha sido ingrata, injusta…
A los que son y han sido mis compañeros de viaje, de música, de letras y a la doctora Menchú, expreso mi pesar, por esta tristeza que hoy es compartida.

3 comentarios:

Anmé dijo...

terrible perdida, de una persona realmente valiosa...

Anmé dijo...

creo que eso es lo que nos queda de el... su musica... que nos invita a reflexionar y a ser felices...a los que no habiamos conocido de el a llenarnos de su musica, reflexionar y buscar lo bueno...

Silvita dijo...

Hasta el cielo te ha llorado Facundo!
Gracias por haber querido estar en nuestra Guate tantas veces. Llevate de aquí las buenas memorias, los aplausos de quienes te admiraban, los paisajes que deleitaron tu vista, los corazones que tocaste con tus palabras...
Nuestra Guate se quedó con tu último aliento!