domingo, 6 de junio de 2010

San Miguel Escobar

Un lugar bastante remoto, inclusive estando allí, cerquita de la Antigua Guatemala: así es como puedo referirme de San Miguel Escobar, aldea que visitamos el fin de semana con Edgar, Fernando, Fili  y compañía. Por vez primera tenían mis pies el gusto de tocar el suelo de este poblado, aunque la situación no fuese la idónea, pues ha sido el daño causado por la tormenta Agatha la razón para acercarnos a esta comunidad que, entre todo el desastre, ha presenciado la buena fe demostrada por los vecinos que viven en las áreas urbanas circundantes y de aquellos del área rural que, aún estando en condiciones similares, han llevado su pala y su hazadón para despejar las calles que dan muestra de la altura alcanzada por el lodo que ha descendido por las faldas del Junajpú.
Las imágenes que acompañan este recuadro de la memoria dan cuenta de la calamidad y de la belleza implícita en el trabajo de hormiga que realizan los guatemaltecos para volver a tenerse en pie.

1 comentario:

Carolina dijo...

Me alegra que hayan tenido la oportunidad de ir a ayudarlos.