miércoles, 19 de enero de 2011

Durante el festival Ixchel 2010

La foto que inaugura este cuadro de la memoria fue el asunto que motivó mi presencia en la gala de las artes femeninas del año pasado. El Festival Ixchel es un espacio urbano que no conocía y que, por la comunicación generada por Facebook (misma que poca gente atiende cuando de convocatorias se trata), terminé visitando en la mañana parcialmente nublada del 16 de octubre, en los días postreros de la lluvia. Entre las gracias puestas en escena y exposición había una muestra fotográfica de la cual participaba Rocío Barrios, fotógrafa de cuyo trabajo tenía conocimiento por las publicaciones de blog Pensamientos al Aire, donde combina, dentro del arte mercenario que circula en Internet, imágenes realizadas con gran pericia y una prosa poética por demás interesante. Y bueno, de su trabajo expuesto en el Festival, me pareció que el material titulado "reflejos" decía todo lo que había que decir al respecto de la obra de Rocío, en esa habilidad de transmitir suspiros de nostalgia a través de la cámara, de igual forma como lo hace con la fuerza de las palabras escritas.  

En la misma exposición me llevé la grata sorpresa de encontrarme con que la fotógrafa homenajeada en el Festival fue Jessica Ocampo (foto del centro), quien tiene la particularidad de seguir trabajando con cámaras análogas y aprovechar el recurso de la fotografía "de rollo" para transmitir detalles de la cotidianidad de un país lleno de contrastes, de rostros. Así que, el reconocimiento más que merecido es para esta notable humanista.
Aunado a los trabajos anteriores, en el graderío norte del vestíbulo del Paranifo Universitario  (fotografía de abajo) estaba expuesto el trabajo de grabados de Fidel Brito, artista Ixil que, en conjunto con su señora madre, llegaron a promocionar el trabajo artesanal que realizan y que fue, a mi criterio, uno de los detalles más contrastantes de la jornada pues, entre tanta mujer, el trabajo de mi amigo Fifu daba muestra de la equidad de género en aquel espacio cultural

Del festival en su totalidad diré que me pareció un esfuerzo loable - en el cual habré de reconocer la firma particular de las Naik Madera, quienes encabezaron la organización - por tratar de darle voz a las mujeres que participan de la expresión artística. Y al final, un poco quedó el sabor agridulce dado que, en estos tiempos, la buena voluntad en ocasiones no alcanza, pues la asistencia fue bastante limitada si se toma en cuenta la cantidad de actividades de buen nivel que se presentaron durante la jornada.

De cualquier forma yo, como asistente, me pasé un rato gratificante.   


1 comentario:

Analiss dijo...

Que bueno que haya gente que trabaje con cámara análoga. Pienso que eso vuelve mas artístico el trabajo.