jueves, 27 de mayo de 2010

Madre Vieja




El viaje de hoy se convirtió en un paseo exigente. En principio, la caminata en el sendero que llaman “de San Andrés” resultaba un total sinsentido puesto que, en aquel guamil, únicamente se percibía el verdor de la maleza y un caminito de eso que llevan a ninguna parte. Hora y media después accedimos al beneficio de café y nuestro guía ofreció mostrarnos una cascada que, al paso de veinte minutos apareció ante nuestros ojos y fue ahí donde el recorrido tornó en algo emocionante y sublime.






Agua clara descendiendo con suavidad por una peña imponente, riachuelos que luego desaparecen, se los traga la tierra, para luego salir regurgitados metros abajo y así, llegar sin premura al Madre Vieja, cumpliendo por mi parte con uno de los pendientes dejados a finales del año anterior.





Al sentir la corriente y luego contemplar la fuerza del río golpeando las rocas llega a envolverme de nuevo en el respeto que le guardo a la naturaleza, en este viaje que tuve a bien compartirlo con Wilson Santizo, mi aliado en los caminos luqueños y con los amigos guías que llevaron nuestro andar seguro entre maleza, agua y rocas.

miércoles, 26 de mayo de 2010

palabras (volumen 1)

De la pluma de Marlon Francisco surje el texto número IX de los "Poemas de Flor de Juventud". Sin mayores calificativos, estas palabras han despertado el recuerdo de las tardes poéticas en las Cien Puertas del primer lustro de este siglo, tardes que, sin otra intención que contarnos, entre amigos, aquello que nuestra pluma desvstía de nuestra inventiva, hicieron de los años en esta caótica ciudad un martirio razonable, un deleite de música y palabras. 

IX

No eres culpable de mis miedos
han sido jornadas continuas
de coleccionar espejos rotos
de buscarme un hogar en las alturas

de confeccionarme
una armadura tan sutil
que es hoy el escaparate
que te previene de alcanzarme

todos los nombres
que guardo bajo mi sombra
han sido víctimas
de una fiera incansable y caprichosa

hoy te acecha con sigilo
bajo mis párpados
esperando el menor indicio
la más ínfima debilidad
para devorarte
y elevarte a los altares de mi desidia

No importa si das o no la talla
mi vida funciona
a base de inmolar héroes
y permanecer sola llorando su recuerdo
Marlon Francisco, 2010
Foto: Cementerio General de San Lucas Tolimán, G.Chocano 2010.