El salón municipal quedó por momentos en penumbra y luego, los fuegos artificiales, el torito y los cohetillos de pólvora llenaron el ambiente del calor milenario que se entremezcla con el clima de las márgenes altas del Chixoy que, después de tantos viajes, sigue aportando imágenes nuevas al tejido de mis memorias en el altiplano y con toda seguridad puedo afirmar que la persistencia de la cultura centenaria y milenaria en el territorio Tujaal es quizá la más pura esencia de una comunidad que resiste con elegancia al cambio global y que, al mismo tiempo, adopta aquellos elementos que le son útiles para facilitar el devenir cotidiano.
Allá, el soundtrack de la película de la vida se compone de la sinfonía del correr del Río Negro, acompañado de los sones Sal Negra y Rey Quiché y ahora también del sonido viejo de la chirimía y así la magia de tantas generaciones continúa cautivando a este viajero de las Tierras Altas.
1 comentario:
Me parece interesante. Hubiera sido bonito que hubieras grabado un video de esta actividad
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