lunes, 5 de abril de 2010

Lugares Dramáticos



De gloria perpetua, la arquitectura de los teatros de las ciudades más grandes de Guatemala representa, a todas luces, la magnitud diacrónica del arte local durante el vigésimo siglo. La estructura del Teatro Municipal de Xela, edificada hace ya 100 años y centavos, constituye un referente obligado del corazón urbano de Occidente donde queda plasmada la idea de convertir a la metrópoli de Los Altos en la muestra más irónica del Renacimiento Desfasado, de idéas progresistas que permitieron el desarrollo de una élite social fuerte, que mantenía la vista puesta en Europa y la pata en la espalda de la fuerza laboral del campo.  Monumento ambiguo, de una calidad artística sublime y que, a la fecha, es patrimonio y orgullo de los quetzaltecos y, para quien esto escribe, uno de los espacios más nostálgicos del Altiplano.
Siete décadas después, la creatividad del maestro Efrain Recinos concibe una maraña de líneas que juegan con el paisaje y, desde la Colina del Soldado, a inmediaciones del Fuerte de San José, le dan vida a la magna casa del arte contemporáneo de la capital: El Centro Cultural Miguel Ángel Asturias. Aquí, nuevamente, los contrastes aparecen, esta vez para mezclarse como lo hace el contorno del gran teatro, llevando a escena una obra creada a partir de un antagonismo bélico, creativo y brutal, en este espacio que, a la fecha, igual que su hermano del occidente, permite la convivencia inidscriminada de aquellos bandos que la historia a puesto cara a cara.

1 comentario:

Anmé dijo...

fui recientemente a ver ese teatro, y pues viendolo un poco mas detenidamente y con atención, salta a la vista el esfuerzo que pusieron en construirlo y sus detalles que lo hacen guatemalteco, me alegra que alguien trate de hacer las cosas bien aqui en Guatemala.