jueves, 28 de enero de 2010

De Espejos

El texto siguiente aparece en el imaginario personal unas horas después de contemplar un óleo del cual ayer su autora me hizo partícipe... un cuadro sin nombre y este relato extraño que comparto en este tejido de palabras....



 De Espejos

El ojo, la mirada en el perfil de aquella mujer juzgaba a la persona que veía en el espejo. La cinta en el tocado hiba desenredándose para dejar que la gravedad cumpliera con su tarea, era furia y energía de natura combinada en su rostro de fémina plasmado al óleo y colgado de la pared.

El color ocre fantástico de la piel guardaba algo de ira aunque era más como un reflejo del color de sus montañas, de aquella sierra kárstica que la poseía de alma y espíritu cada vez que intentaba alejarse de casa, de sí misma y que, previo, viendo al espejo, se despojaba del hábito campirano para ocultar el temor que guardaba tras aquella mirada inquisidora.

Ojos, pero no los propios, un para de perlas blancas llenas de incertidumbre despiertan con el primer destello de realidad que percibe el bultito del futuro que ella carga a la espalda, al cobijo del perraje que se difuma en el marco del óleo, tiempo mismo que ella sigue absorta en el espejo inquiriendo, inquiriéndose, llevando una carga dulce, pero carga al fin, que lleva a cuestas por evitar traerla en brazos evitando así la opinión pública y sentenciándose a la vez al confín del espejo.

Y quien la observa desde fuera contempla un escalofrío al pensar que la mano que sostenía el pincel (que pudo ser la suya) trataba de decir justo lo que aquel expectador infería en la total ignorancia del arte. Los ojos del bultito le atraen, tan reales, tan perdidos como los de cualquier infante del altiplano, blancos como la incertidumbre, como todas las respuestas que no llegan hasta que suena el teléfono y una voz, que no es de la dama del óleo, le recuerda donde están guardados los pomos de color que llenan su hoja de certezas, encontrando finalmente el instante de sosiego...

y deja de juzgarse a través del espejo.
Yemo Chocano

3 comentarios:

Hanna dijo...

Profundo... complicado, pero profundo..... ;)

Jorge Miguel dijo...

Yo quiero comprar ese cuadro

Anmé dijo...

difiero con la interpretacion del cuadro, creo que en su cabeza aun hay flores amarillas, sueños... :)